Pulgones

Caracteristicas
Los pulgones son unos pequeños insectos blandos de una amplia familia que abarca cerca de 4.000 especies distintas, 250 de las cuales se consideran plagas para mucho cultivos humanos. Los hay de muchos colores distintos: verdes, naranjas, marrones, negros… Todos tienen en común el hecho de que se alimentan de la savia de las plantas y que secretan una substancia pegajosa y dulce, que no es otra cosa que el resíduo de lo que consumen (la savia es muy rica en agua y azúcares y pobre en aminoácidos). Son fáciles de reconocer. Normalmente no exceden un milímetro de longitud y su cuerpo tiene forma de pera. Viven en colonias numerosas y atacan primordialmente las partes de las plantas de crecimiento más recientes (brotes, capullos, tallos tiernos). Generalmente empiezan por atacar el reverso de las hojas más tiernas y sólo emigran a otras partes de la planta cuando la colonia aumenta.

Daños
Los pulgones colonizan las plantas desde las hojas exteriores y avanzando hasta el interior, excepto la especie Narsonovia ribisnigri, cuya difusión es centrífuga, es decir, su colonización comienza en las hojas interiores, multiplicándose progresivamente y trasladándose después a las partes exteriores.

Hay pocas plantas ornamentales que escapen al castigo de este bichito tan voraz, por lo que tarde o temprano todos los que tengamos algún jardín o una terraza> medianamente grande acabaremos por recibir su visita. Rosas, hibiscus, dalias, adelfas y otras muchas plantas de flor son plantas propensas a hospedar estos indeseables invitados. Las partes de la planta que han sido atacadas por los áfidos generalmente amarillean o se deforman por la falta de savia. El primer síntoma suele ser la aparición de ese líquido brillante y pegajoso del que hablaba antes. Muchas veces, en ese mismo lugar también se fija un hongo negro que aprovecha esta exhudación dulce para fijar su residencia. Además insectos como las hormigas y las avispas se sienten atraídos por ella, lo que conlleva molestias adicionales para el propietario de la planta. Aunque usualmente estos ataques son benignos y no dañan la planta de forma importante, sí la afean y la debilitan, con lo que es más propensa a contraer otras enfermedades más graves. Además, existe siempre la posibilidad de que la infecten con un virus que ellos mismos transmitan.

Ciclo de vida
El ciclo de vida de estos insectos es muy curioso y nos permite hacernos una idea muy aproximada de lo peligrosos que son para las plantas de nuestro jardín. La mayoría de especies de áfido se reproducen asexualmente. Es lo que se llama partenogénesis. Durante parte de la primavera y todo el verano, los pulgones crían nuevos pulgones sin necesidad alguna de ser fecundados por un macho. En esta fase de su vida, son vivíparos (no ponen huevos). Por supuesto, todas las crías son hembra. Sin embargo, cuando llega el otoño empiezan a nacer algunos machos, que fecundan a las hembras. Éstas ponen huevos, en los que las nuevas crías (todas hembras) hibernarán hasta la siguiente primavera.

La velocidad con las que estos insectos pueden infestar un jardín tan sólo puede calificarse de explosiva. En primavera y verano cada hembra puede dar a luz hasta a doce crías por dia. Estos jóvenes áfidos, llamados ninfas, mudan cuatro veces de piel hasta llegar a la edad adulta y ponerse ellos mismos a procrear, lo que ocurre en apenas una semana. No hace falta saber muchas matemáticas para imaginar la cantidad de áfidos (todos ellos clones) que un solo e indefenso huevito puede llevar a nuestro jardín en unos meses si las condiciones son óptimas para su desarrollo.

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