Hongos

Infecciones por hongos

Los hongos, que son un tipo de planta, incluyen mohos y setas. El ambiente está cargado de esporas de diversos hongos y, por lo general, éstas flotan en el aire. Entre la amplia variedad de esporas que caen sobre la piel o son inhaladas hacia los pulmones sólo algunas producen infecciones menores, y sólo rara vez se extienden hacia otras partes del organismo. Algunos pocos tipos de hongos, como las variedades de Candida, pueden vivir normalmente sobre la superficie del cuerpo o dentro del intestino. Estos habitantes habituales del organismo sólo ocasionalmente pueden causar infecciones locales de la piel, la vagina o la boca, pero muy rara vez producen más daño. En ciertos casos, no obstante, determinadas variedades de hongos pueden producir infecciones graves de los pulmones, el hígado y el resto del cuerpo.

Los hongos tienen una tendencia especial a causar infecciones en individuos con un sistema inmunológico deficiente. Por ejemplo, los enfermos de SIDA o quienes reciben tratamiento contra el cáncer tienen más probabilidades de desarrollar infecciones micóticas graves. En algunos casos, las personas con inmunidad deficiente desarrollan infecciones causadas por tipos de hongos que, muy rara vez, por no decir nunca, causan daño a los individuos cuyos sistemas de inmunidad funcionan normalmente. Entre estas infecciones se encuentra la mucormicosis y la aspergilosis.
Algunas afecciones fúngicas son más frecuentes en ciertas áreas geográficas. Por ejemplo, la blastomicosis se produce sólo en Norteamérica y África.

Debido a que muchas infecciones fúngicas se desarrollan lentamente, pueden pasar meses o años antes de que una persona se dé cuenta de que necesita atención médica. Estas infecciones pueden ser difíciles de tratar y el tratamiento suele efectuarse durante mucho tiempo. En la actualidad existen varios fármacos antimicóticos.

Histoplasmosis

La histoplasmosis es una afección causada por el hongo Histoplasma capsulatum, que se desarrolla principalmente en los pulmones pero en ocasiones puede extenderse a todo el organismo.

Las esporas de Histoplasma están presentes en el suelo. Los granjeros y otras personas que trabajan la tierra infectada son los más propensos a inhalar las esporas. Cuando se inhalan grandes cantidades de éstas, se pueden producir enfermedades graves. Los afectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tienen más posibilidades de desarrollar histoplasmosis, especialmente la variedad que se extiende por todo el organismo.

Síntomas y pronóstico

Generalmente, los infectados no presentan ningún síntoma. Sin embargo, cuando existen, pueden adoptar formas distintas: la forma aguda primaria, la progresiva diseminada o la crónica cavitada.

En la forma aguda primaria, los síntomas suelen aparecer de 3 a 21 días después de que una persona inhala las esporas del hongo. Puede sentir malestar y tener fiebre y tos. Los síntomas suelen desaparecer sin tratamiento en 2 semanas y pocas veces duran más de 6 semanas. Esta forma de histoplasmosis rara vez resulta mortal.

La forma progresiva diseminada normalmente no afecta a los adultos sanos. Por lo general se produce en niños y personas cuyo sistema inmunitario es deficiente (como los que padecen SIDA). Los síntomas pueden aparecer muy lentamente, o bien de forma extremadamente rápida. El hígado, el bazo y los ganglios linfáticos pueden aumentar de tamaño. Con menos frecuencia, la infección produce úlceras en la boca y los intestinos. En casos raros, las glándulas suprarrenales resultan dañadas, causando la enfermedad de Addison. Sin tratamiento, la histoplasmosis diseminada progresiva es mortal en el 90 por ciento de los casos. Aun recibiendo tratamiento, los enfermos de SIDA pueden morir rápidamente a causa de esta infección.

La forma crónica cavitada es una afección pulmonar que se desarrolla progresivamente a lo largo de varias semanas, produciendo tos y dificultad cada vez mayor para respirar. Los síntomas incluyen pérdida de peso, sensación de enfermedad (malestar general) y fiebre leve. La mayoría de los enfermos se recupera sin tratamiento en 2 a 6 meses. Sin embargo, las dificultades respiratorias pueden empeorar gradualmente y algunos pacientes pueden expectorar sangre, a veces en grandes cantidades. El daño pulmonar o la invasión bacteriana de los pulmones finalmente puede causar la muerte.

Diagnóstico y tratamiento

Para establecer el diagnóstico, el médico obtiene muestras de esputo, ganglios linfáticos, médula ósea, hígado, úlceras de la boca, orina o sangre del enfermo. Estas muestras son enviadas a un laboratorio para su cultivo y análisis.

Las personas con histoplasmosis aguda rara vez necesitan tratamiento farmacológico. Sin embargo, las que presentan la forma progresiva diseminada suelen responder bien al tratamiento con anfotericina B administrada de forma intravenosa o con itraconazol por vía oral. En la forma crónica cavitada, el itraconazol o la anfotericina B pueden eliminar el hongo, aunque la destrucción causada por la infección deja tejido cicatricial. Los problemas respiratorios, similares a los causados por una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, suelen continuar. En consecuencia, el tratamiento debe comenzar lo antes posible para limitar el daño pulmonar.

Prevenir es curar

Fumigadora Continente prioriza espacios donde predominan condiciones favorables para el desarrollo de hongos. Aunque se estima que existen más de un millón de especies de hongos en el planeta, tan sólo 70.000 han sido descritas por los especialistas.

Nuestras desinfecciones se centran sobre todo en aquellos ejemplares dañinos que actúan como parásitos de seres humanos, plantas y animales o cuando estropean estructuras de madera, alimentos almacenados, libros y hasta obras de arte.

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