Control de pulgas en viviendas

Control de pulgas en viviendas y consideraciones generales para empresas profesionales 

Sólo las pulgas penetrantes y semipenetrantes, como Tunga penetrans y Hectopsylla psittaci, se mantienen durante toda la vida adheridas al mismo hospedador.
En los intervalos entre las comidas saben corretear sobre la piel de los animales o vivir en el suelo. Teniendo en cuenta su resistencia al ayuno y su longevidad, se explica la invasión que sufre el hombre, y su medio ambiente.
Las pulgas más comunes son la del gato, la del perro y la del hombre.
Las pulgas del gato y las del perro son muy parecidas en lo que hace a tamaño y forma. La pulga del gato (C. felis) es la más común y la que se encuentra con mayor frecuencia, aún en los perros. Las dos especies (C.felis y C. canis) prefieren a los gatos y los perros pero pueden encontrarse en una gran variedad de animales, incluyendo ratas y ratones y aún vacas y ovejas.
Los ambientes en que mejor se desarrollan son aquellos en los que se acumula polvo y residuos orgánicos, encontrándose en viviendas y si la temperatura y humedad lo permite en parques y jardines, es común hallarlas en galpones y tinglados en los que se acumula material orgánico.
La mal llamada pulga del hombre (Pulex irritains) no es una especie tan rara como algunos piensan, se alimenta del ser humano pero suele encontrarse en cerdos, perros, gatos, ratas y otros mamíferos.
Otra especie que causa problemas, aunque con menor frecuencia es la pulga de la rata (Xenospsylla cheopis), principal transmisor de la peste y el tifus murino. Esta pulga puede encontrarse en zonas portuarias, galpones y depósitos y suele causar problemas al hombre con posterioridad a un control de ratas en dichos lugares. Un caso especial es el de la pequeña pulga comúnmente llamada pique
(Tunga penetrans) cuya hembra adulta, una vez fecundada se introduce en el espesor de la piel, dejando apenas la extremidad posterior del abdomen en contacto con el medio externo a fin de poder realizar la postura de huevos.
Ataca tanto al hombre como a los perros y otras especies provocando una reacción inflamatoria bien visible. Esta pulga suele encontrarse en zonas de arenales y de clima seco.
Se debe recordar (o anotar) los lugares con mayor carga del parásito, la inspección se hará en cada habitación caminando por ella durante algunos minutos y controlando la aparición de pulgas en las medias. Se debe prestar especial atención a los lugares en que duermen los perros o gatos, y los lugares del difícil tratamiento, se debe recordar que con frecuencia los gatos duermen o descansan en lugares altos, estantes, roperos, placards o detrás de algún mueble mientras que los perros lo hacen en el suelo, cucha o a lo sumo en un sillón o cama.
Inspección de las cercanías (parque o jardín): Verificar lugares de entrada y salida de animales, lugares en que descansan o duermen los animales, zonas con arena, tierra o material orgánico, papel, cartón, trapos, lana, etc. Revisar garajes, galpones, o rincones usados para
amontonar cosas en desuso y lugares en que los roedores puedan aumentar el problema de pulgas.
Entrevista con el cliente: Se deben averiguar las costumbres y hábitos del perro o del gato (s) de la casa, como así también si ingresan a la casa animales ajenos.
 Recomendaciones al cliente: Es un paso de extrema importancia.
Hay que asegurarle al cliente que el problema de pulgas es muy común y que se puede controlar con su participación activa. Es necesario asegurarse la colaboración del propietario para lo cual hay que evitar que se sienta preocupado por el problema o frustrado por no haberlo controlado antes. Se debe explicar cuál es el ciclo de vida de la pulga así co mo los hábitos de la misma y la casi imposibilidad de matar a las pupas con un tratamiento insecticida, por lo que pueden emerger pulgas adultas durante varios días y hasta dos semanas después del tratamiento. Un aspecto importante en la fase inicial del programa de control es la eliminación de todo material no necesario tanto del interior como del exterior de la casa, realizando una limpieza en lo posible todo aquello que pueda interferir con la correcta aplicación de insecticidas. Es recomendable pasar una aspiradora por alfombras, pisos, sillones y todo lugar en el que puedan refugiarse las pulgas, cuidando de descartar o tratar el receptáculo de la aspiradora.
La mayor parte de esta tarea será responsabilidad del cliente y previa a la fase de tratamiento insecticida propiamente dicho.
Debido a que el tratamiento para el control de pulgas debe ser de gran cobertura, se deben tomar ciertas precauciones. En primer lugar, cuando se trata con insecticidas líquidos hay que evitar la posibilidad de manchar tapizados y alfombras. Muchas telas de tapicería y alfombrados modernos, soportan perfectamente tratamientos con soluciones acuosas de insecticidas, pero algunas, particular mente las de colores rojos, rojizos y algunos marrones, pueden ser sensibles y cambiar el color con soluciones ácidas tomando un tinte amarillento verdoso. En general, los buenos insecticidas que se comercializan para ser utili zados en interiores, no presentan este tipo de problema. Si se desconoce el efecto que puede tener un insecticida sobre distintos materiales, es conveniente probarlo, tratando lugares fuera de la vista o muestras de tela o alfombra para conocer su comportamiento antes de adoptar su uso.
En este punto se debe recordar que en algunos casos la luz del sol puede interactuar con el insecticida para manchar o desteñir un material, por lo que también conviene hacer pruebas al sol. Otra precaución a tener en cuenta es evitar la presencia de personas o
animales en el lugar mientras se hace aplicación, y hasta que las áreas tratadas estén secas (1-2 horas).
Asimismo y sobre todo en lugares donde habitan niños, se debe evitar el tratamiento de superficies relacionadas con ellos y advertir al propie tario las precauciones que deben tomar al respecto.

INSECTICIDAS

Existen varias formulaciones de insecticidas disponibles para tratamientos en interiores, incluyendo concentrados emulsionables, floables, polvos mojables, microencápsulados y aerosoles. En general se eligen los concentrados emulsionables o los floables cuando hay que tratar superficies alfombradas, debido a que pueden aplicarse con buena presión y alcanzan mayor profundidad en el tejido.
Los polvos mojables, los floables y los microencápsulados suelen tener mejor poder residual pero pueden dejar rastros indeseables en superficies lisas. Para tratamientos interiores existen formulaciones a base de Propoxur, Bendiocarb, Clorpirifos, y Diazinón como asimismo los piretroides que con menor impacto inicial se usan para tratamientos residuales. El uso de piretroides residuales, debe considerarse conjuntamente con la aplicación de aerosoles no residuales para asegurar el efecto de volteo sobre pulgas adultas.
Se debe destacar el uso de reguladores del crecimiento (IGR) tales como el Methoprene, Diflubenzurón y Fenoxicarb. El primero de ellos ya de uso difundido y que pueden asociarse con tratamientos residuales y que le dan al tratamiento una dimensión de largo plazo (hasta 120 días) actuando solamente sobre formas juveniles. Estos productos actúan sobre las larvas de las pulgas y afectan el perío-
do de muda (pupa) causándole la muerte en este período. El mecanismo de acción de los IGR hace que se detenga el desarrollo de nuevas pulgas a partir de las larvas presentes al momento del tratamiento, pero no tienen efecto sobre las pulgas adultas o las pupas ya formadas, por lo que pueden emerger pulgas adultas durante dos o tres semanas después del tratamiento.
Para controlar estas pulgas que emergen se debe aplicar un tratamiento residual que cubra las dos o tres semanas, o realizar repetidas aplicaciones de un insecticida no residual. Una práctica lógica en el manejo preventivo de pulgas es la aplicación de estos I.G.R. antes de la “temporada” de pulgas que se inicia con la llegada de la primavera. Esta práctica impide que la infestación aumente y se transfor-me en un problema.
En algunos casos muy especiales, puede lograrse un manejo razonable del problema de pulgas usando solamente productos de tipo IGR asociados a medidas higiénicas rigurosas.
También debe tenerse en cuenta que otras especies animales tienen sus propias pulgas, tal es el caso del murciélago, ratas y ratones por lo que se puede presentar un problema luego de eliminar estas plagas. A este fin es una práctica acertada, realizar un tratamiento contra pul gas, a continuación de un trabajo de eliminación de roedores.

TRATAMIENTOS EN LUGARES ABIERTOS

Las áreas abiertas deben ser tratadas con productos residuales apto para su uso exterior (fotoestables), se debe tratar sobre todo las zonas perimetrales, lugares en los que se acumula material orgánico y lugares en los que descansan los animales.
En este último aspecto no se debe olvidar que con frecuencia los gatos descansan en árboles o techos por lo que se debe hacer una buena inspección previa al tratamiento y obtener información completa del propietario.

INFESTACIÓN POR PULGAS CUANDO NO HAY PERROS O GATOS PRESENTES

Se debe recordar que la infestación por pulgas puede presentarse aún en casos en que no hay animales habitando el lugar.
Cuando se lleva un perro o gato a otra vivienda, las larvas continúan su desarrollo; lo mismo sucede en períodos de vacaciones, como consecuencia la cantidad de pulgas adultas luego de dos o tres semanas es muy superior a lo normal, hecho que se agrava si no han tenido de quien alimentarse en ese período. En estos casos la infestación aparente del lugar es muy alta y las pulgas atacan vigorosa-mente a cualquiera que ingrese al lugar.

SEGUIMIENTO, INSPECCIONES Y REPETICIÓN DE TRATAMIENTO

Se deberá explicar detalladamente al propietario las características de la infestación por pulgas y establecer el mejor programa de tratamien tos para cada lugar. Puede establecerse un plan de tratamientos múltiples; este último plan es seguramente más efectivo pero resulta más costoso para el propietario. En cambio el plan de tratamiento único si bien es más barato frecuentemente resulta insuficiente para un buen control. Los tratamientos múltiples significan además un uso más frecuente de insecticidas por lo que se aumenta el riesgo toxicológico de la vivienda. Un buen plan de control de pulgas, debe considerar un programa de tratamiento con un seguimiento posterior de inspecciones que permitan decidir la aplicación del tratamiento siguiente de acuerdo a la evaluación detectada.
En el caso de utilizar un IGR se debe recordar que por dos o tres semanas emergerán pulgas adultas por lo que conviene planificar inspecciones durante ese período y eventualmente realizar un tratamiento no residual para controlar las formas adultas.

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